Charles Lyell y Canarias

Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia

Constant Prevost y Élie de Beaumont

Prevost (1787-1856) fue uno de los fundadores de la Sociedad Geológica de París en 1830. Había sido discípulo de Cuvier y Brongniart, pero ya en una memoria de 1827 se distanciaba del catastrofismo, poniendo en duda que los océanos hubieran inundado los continentes en sucesivas ocasiones; su escepticismo procedía de sus análisis comparados de los estratos terciarios de las cuencas de Viena y París, que dieron lugar a Documentos para la historia de los terrenos terciarios (1827), así como de los estratos secundarios de Normandía y los del sur de Inglaterra, trabajo este último en el que contó con la colaboración del joven Lyell. Consideraba que sólo las zonas bajas de los continentes habían podido sufrir inundaciones periódicas y que ahí se mezclaban los fósiles marinos y los de agua dulce, pues se producían paralelamente depósitos marinos y fluviales. Defendió un actualismo que aceptaba la continuidad de los mismos agentes geológicos desde los tiempos más remotos, compatible con fenómenos catastróficos de corto plazo.

Élie de Beaumont (1798-1874) fue ingeniero de minas y geólogo. En 1823 formó parte del grupo de expertos al que se le encomendó elaborar un mapa geológico de Francia, siguiendo las pautas del de Inglaterra (1820). Siguiendo las teorías previas de Leopold von Buch y Georges Cuvier postuló, en una memoria de 1829 para la Academia de Ciencias de París, Recherches sur quelques-unes des révolutions de la surface du globe, que existía una relación entre las distintas capas de sedimentación y el origen de las cordilleras a causa de grandes levantamientos de terreno. Esta formación de montañas producía efectos catastróficos de largo alcance, tales como terremotos y maremotos. Según su hipótesis, todas las cordilleras paralelas a un círculo máximo terrestre se habían originado contemporáneamente. El enfriamiento del planeta, que provocaba contracciones de su masa que fracturaban la corteza, era la causa principal de dichas catástrofes, de las que contabilizaba una docena a partir de su estudio de los sedimentos.