Charles Lyell y Canarias

Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia

Carta al profesor George Hartung, 1856

Munich, octubre de 1856

Querido Hartung: Me alegró mucho saber por la carta que me enviaste aquí que podremos tener el placer de verte en Londres en tu viaje hacia Madeira. He hecho progresos, desde que nos vimos en Alemania, teniendo que charlar días enteros con buenos geólogos que no saben otra lengua, así que espero entender lo que me escribes en tu propia lengua y siempre puedo, en caso de duda, obtener la ayuda de mi mujer. Me complace mucho que hayas comprendido, conversando con tus amigos, cuánto depende (y muy merecidamente) la conexión entre la historia de los volcanes de Madeira y de Canarias, respecto a uno de sus mayores puntos de interés, de los diversos grupos de restos orgánicos.

Para darte una idea de la dificultad de sacar a la luz toda la evidencia puedo mencionar que cuando solicité en el Museo Británico la denominación de los corales, Zoantharia de Porto Santo, etc, me dijeron que no había nadie en Inglaterra que lo pudiera hacer y que ellos enviaban su propio material a París, para que lo denominara Milne-Edwards.

Así que dispongo de mi viejo amigo Mr. Lonsdale, el antiguo secretario de la Sociedad Geológica, nuestra mejor autoridad, para hacerse cargo de ellos y, según he oído, su informe está preparado. Los Bryozoa han sido examinados por un competente geólogo inglés, Mr. Busk, como un favor que me hace. En cuanto a las conchas ya he trabajado bastante sobre ellas y espero tener una lista de las sesenta especies de Gran Canaria. Me pasé un día comparando las dos especies de Cyprea con las conchas de Mr. Gascoin, quien posee la mejor colección europea de Cypreadae, que ninguna colección pública iguala. El resultado fue que ambas son nuevas especies. Quizá las recuerdes y que yo pensaba que resultarían ser especies vivas, con las que tenían una gran semejanza hasta que se las estudiaba detenidamente.

En cuanto a la conchas terrestres, he dedicado mucho tiempo a la incomparable colección de Wollaston y espero conseguir algunos resultados nuevos y originales para trabajar en mi artículo, pero en ese caso debo añadir por separado la lista detallada de las especies que hay que comparar, recientes y fósiles, ya que constituyen las piezas justificativas de lo que se dice en el texto.

Sinceramente tuyo, Charles Lyell