De la Mineralogía a la Geología
“Los mineralogistas que piensan que el objeto de la geología de los volcanes consiste en clasificar lavas, examinar los cristales que contienen y describirlos conforme a sus características exteriores, se muestran de ordinario muy satisfechos cuando regresan de la boca de un volcán activo. Traen de ahí abundantes muestras, objeto principal de sus deseos. No ocurre lo mismo con los sabios que sin confundir la mineralogía descriptiva con la geognosia, tienden a elevarse a ideas de interés general y buscan en el estudio de la naturaleza responder a las siguientes cuestiones: ¿Se halla el cono de un volcán completamente formado por materiales derretidos y amontonados en sucesivas erupciones o contiene en su centro un núcleo de rocas primitivas recubierto de lavas, que son esas mismas rocas alteradas por el fuego? ¿Cuáles son los vínculos de los productos de los volcanes modernos con los basaltos, fonolitas y pórfidos de base feldespática sin cuarzo que cubren las cordilleras del Perú y México, así como el grupo de los Monts-Dores, del Cantal y el Mezén en Francia? ¿Se ha calentado el núcleo central de los volcanes en su sitio y elevado en estado reblandecido por la fuerza de los vapores elásticos antes de que esos fluidos se hayan comunicado con el exterior a través de un cráter? ¿Cuál es la sustancia que desde hace miles de años mantiene esa combustión, a veces lenta, a veces activa? ¿Esa causa desconocida actúa a una profundidad inmensa o la actividad química se desarrolla en las rocas secundarias superpuestas al granito?”
Alexander von Humboldt, 1799
Traducción de Lisandro Alvarado