Lanzarote y Fuerteventura: habitantes y casas
“Aunque los naturales de estas islas pasan por españoles provienen, sin embargo, del cruce de los habitantes primitivos, de los normandos y de otros europeos que los sometieron, así como de moriscos cautivos […] En general, son de gran estatura, robustos, fuertes y muy morenos. Los habitantes del resto de las Canarias los tienen por rudos y groseros en sus modales. Creo que esta característica es cierta, puesto que por lo que he tenido oportunidad de observar en ellos parecen ser avaros, rústicos e ignorantes, en especial los de Lanzarote. No hablan ni entienden otra legua que la española, que pronuncian de la manera más bárbara.
Las casas las hacen de piedra y cal. Las de las personas acomodadas tienen techados de teja árabe, pero las más humildes disponen de cubierta de paja. Son muy pocas, incluso entre las mejores, las que están techadas o presentan cielo raso, y están construidas en forma de graneros grandes, que se dividen en habitaciones mediante tabiques de madera que no llegan hasta lo alto de las paredes, de modo que todas las estancias están abiertas por arriba y sólo las cubre el tejado. Los pisos son en general de losas.”
George Glas
Traducción de Francisco Javier Castillo y Carmen Díaz Alayón