Viajeros del siglo XVIII en Canarias

Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia

El Hierro, 1796

“La isla de Hierro, la más occidental del antiguo continente, es de una forma aproximadamente triangular y está habitada por un pueblo sobrio y laborioso que, al no tener a la vista el cuadro corruptor de ciudades opulentas, ha conservado costumbres simples. Su suelo, montañoso y volcánico, carece de ríos y sólo tiene unos pocos manantiales, que se secan a veces durante el verano.Los vientos son casi siempre del norte, por lo que la isla está con frecuencia cubierta de nubes, lo que ha hecho que los canarios la llamen tierra negra.

Defendida por la Naturaleza y por el valor de sus habitantes, no tiene ni tropas regulares ni fortificaciones. En 1678 su población era de 3.297 habitantes; en 1745, de 3.687: en 1768, de 4.022, y en 1790, de 5.000. Se recoge poco grano, mucha orchilla y se fabrica aguardiente por un valor que oscila entre 80.000 y 100.000 reales anuales, que se extrae del vino y de los higos. Los pastos alimentan una gran cantidad de ganado y los bosques, ciervos y corzos. También se encuentra la perdiz roja, la avutarda y el faisán. La capital, llamada Valverde, está en el interior, al nordeste, sobre un terreno elevado y rodeado de precipicios. El puerto donde atracan los navíos es una aldea poco importante.”

André-Pierre Ledru 1796

Traducción de José Antonio Delgado Luis