Camellos y burros
“Hace unos ocho años se exportaron cierto número de camellos de Fuerteventura a Jamaica y a otras partes de las Indias occidentales inglesas. Pero tan pronto como se supo en Canaria y Tenerife que unos barcos ingleses habían venido a Fuerteventura y se habían llevado camellos la Real Audiencia prohibió ese comercio, por temor a perder la raza y a que subiera el precio de esos animales.
Los burros que se llevaron a Fuerteventura aumentaron tan pronto que se criaban salvajes en las montañas y causaban tanto daño a los naturales, comiéndose el trigo y otros granos, que en el año 1591 se vieron obligados a reunir a todos los habitantes y los perros de la isla para exterminarlos y finalmente mataron no menos de mil quinientos. Desde entonces no ha habido en la isla más que los suficientes para las necesidades de los vecinos. ”
George Glas, 1764
Traducción de Francisco Javier Castillo y Carmen Díaz Alayón
“Hay muchos lugares arenosos, adecuados para los camellos, muy corrientes en estas dos islas. Estos animales, que allí se han adaptado muy bien, se emplean para todo tipo de trabajos: se envían a las islas vecinas, especialmente a Tenerife. […] Además de estos valiosos animales domésticos, en Fuerteventura y Lanzarote se crían muchos y muy buenos caballos, procedentes de Berbería, y excelentes mulas. Los burros se adaptan de una manera asombrosa, al igual que en Gran Canaria.”
Bory de Saint-Vincent, 1800
Traducción de las autoras de Viajeros franceses a las Islas Canarias