Pleitos

“Los miembros de la clase baja no se pelean entre ellos en público, como los ingleses, pero si una persona ofende a otra hasta encolerizarla mucho la parte injuriada se venga del agresor de la mejor manera que pueda, sin preocuparse de lo que llamaríamos juego limpio, hasta el momento que considera que ha conseguido una satisfacción suficiente o igual a la ofensa recibida; pero pelearse en público se considera como algo indecoroso y, por tanto, no ocurre con frecuencia.

[…] La clase alta es muy litigiosa y se encuentra generalmente enredada en pleitos complicados e interminables. Me ocurrió encontrarme en una escribanía de La Gomera y al ver grandes fajos de papeles apilados en las estanterías le pregunté al escribano si era posible que todos los asuntos legales de esa pequeña isla pudieran llegar a inflarse hasta tal cantidad de escritos. Me contestó que tenía casi el doble amontonado en dos almacenes y me dijo que en aquel lugar había otra persona de su misma profesión, que tenía tanto o más trabajo que él mismo.”

George Glas, 1764

Traducción de Francisco Javier Castillo y Carmen Díaz Alayón