Pobreza en Haría
“Entre la clase alta de aquí hay una extraña norma de educación, que consiste en que uno no debe pedir nada de comer en una casa ajena, por muy hambriento o desmayado que esté, ya que una libertad de este tipo se considera como el mayor grado de vulgaridad y mala educación. Así que cuando hallé la ocasión hice que tenía que salir a decirle algo a mi criado, pero en realidad era para tratar de conseguir algo de comida por mi cuenta. Le di un poco de dinero y le mandé traer lo que pudiera encontrar que fuera comestible y, en caso de no encontrar nada mejor, que me trajera una pella de gofio amasado o un puñado sin amasar, pero su búsqueda resultó inútil, porque en aquel lugar no se vendían cosas como pan o comestibles.”
George Glas, 1764
Traducción de Francisco Javier Castillo y Carmen Díaz Alayón