La Ilustración aporta a Canarias una época de esplendor cultural en su historia. Las relaciones comerciales con los países europeos y Estados Unidos, así como la presencia de comerciantes extranjeros, integrantes de su burguesía comercial y con residencia en las Islas, van a favorecer el desarrollo de este movimiento. Serán protagonistas de este ambiente de renovación los nobles, burgueses y clérigos, quienes compartirán una preocupación reformista aunque con intereses no homogéneos.

Los ilustrados canarios contaron en sus bibliotecas con las obras más representativas de la ilustración francesa e inglesa, consideradas prohibidas por la Inquisición. A la preocupación por la lectura se unía la afición por la ciencia y la técnica. En este sentido debemos mencionar la creación del Jardín Botánico de La Orotava en 1791, con el objetivo de aclimatar especies exóticas. Para reformar las peculiaridades propias de cada localidad, los ilustrados crearon las Reales Sociedades Económicas de Amigos del País (solamente en Santa Cruz de La Palma, San Sebastián de La Gomera, Las Palmas y La Laguna). Estas sociedades partían de principios filantrópicos e idealistas, que lógicamente tropezaron con la realidad existente, fracasando en sus objetivos.

Las nuevas ideas se conocieron a través de la lectura y las reuniones periódicas que mantenían los ilustrados en las tertulias. De todas ellas destacó sobremanera la Tertulia de Nava, en La Laguna, ejemplo evidente de los deseos de transformación social por parte de las clases privilegiadas ilustradas. Sus integrantes criticaron el monopolio de la educación y el control de la ciencia que ejercía la Iglesia, situación que se consideraba causante del atraso económico y cultural de las islas.

 

Entre los ilustrados canarios más destacados hay que reseñar a José de Viera y Clavijo, Tomás de Iriarte, José Clavijo y Fajardo, Agustín de Betancourt, etc. La mayoría de ellos ejercieron su actividad en Madrid o en el caso de Betancourt en Rusia, pero fruto de su trabajo fueron importantes iniciativas realizadas en Canarias, como la fundación de la Universidad de La Laguna. El espíritu ilustrado y las consecuencias de la Revolución Científica favorecieron el estudio de territorios desconocidos y de las culturas que los habitaban. Las Islas Canarias fueron lugar de investigación y paso de muchos de los viajes realizados por exploradores y científicos europeos como Feuillée, Borda, Humboldt y von Buch, entre muchos otros.