Hotels.
El incremento de turistas en estas fechas tiene que ver en parte con la mejora e incremento de los establecimientos hoteleros en las Islas, a partir de 1875 fundamentalmente. Aunque antes de esta fecha existían fondas, posadas, casas de huéspedes y algún hotel, no eran de muy buena calidad. El sitio por excelencia del turismo canario fue sin duda Puerto de la Cruz, dado su magnífico clima, y las excelencias del Valle de La Orotava y la cercanía del Teide. Aquí se instalará el matrimonio escocés Turnbull que fundará en 1876 el hotel conocido como Turnbull’s Hotel, uno de los primeros establecimientos de calidad, al que habría que añadir el English Hotel, conocido luego como Hotel Marquesa, puesto en marcha por la familia Cólogan, uno de los mejores hoteles que se crea en el Archipiélago (casa en la que pernoctó Humboldt cuando estuvo en el Puerto), y que todavía se mantiene en funcionamiento hoy en día.

Por su parte, en Santa Cruz de Tenerife también fue un hito en cuanto a nuevos hoteles de calidad el inaugurado por el portugués Louis G. Camacho, que ya tenía experiencia de Madeira y que se percató de la necesidad de un hotel al estilo británico. El Hotel Camacho, que cambiaría de ubicación en la capital, —siendo ocupada su primera ubicación por otro hotel, el International Hotel, del matrimonio británico Baker—, sería complementado por otro en Tacoronte en 1896.

En Las Palmas de Gran Canaria fue un hito, asimismo, la apertura en 1884 del Hotel Quiney, regentado por el británico Charles Baker Quiney, que llevaba varios años en la isla como comerciante. Otro hotel emblemático de Las Palmas sería la fonda Europa, instalada en los años ochenta por Ramón López, que a pesar de su buena calidad tenía deficiencias en su servicio e higiene, como dejó constancia la viajera Olivia Stone (que también se alojó en el citado International Hotel de Tenerife, que parece que era aún más deficiente).