El menor de los hermanos Espejo, conocido también como Espejo II, ingresó al servicio de Rusia en 1821, con el grado de teniente y a la edad de veinticinco años. Tras su llegada, le fue encomendada la construcción de puentes y caminos y, gracias al excelente servicio prestado, fue ascendido al grado de capitán.
En 1822, recibió la misión de supervisar la conducción de aguas de Taitsi bajo las órdenes de Betancourt, y tres años más tarde marchó a Nizhni Nóvgorod para trabajar en el recinto ferial, permaneciendo allí hasta 1829.
En marzo de este año y coincidiendo con la guerra con Turquía, por orden Imperial, Espejo II fue destinado al servicio del comandante en jefe del distrito independiente del Cáucaso, conde Paskevich-Erivanski, para la realización de trabajos en el campo de la construcción de vías de comunicación. Aquí se ocupó del reconocimiento y fortificación de los puentes y vados sobre el río Kurá y posteriormente fue comisionado, a las órdenes de su hermano Joaquín, para la construcción de la nueva fortaleza de Arzrum y de la fortaleza de Nuevas Zakataly. Ascendido al grado de comandante, combatió contra los montañeses destacando por su gran valor. El 15 de octubre de 1830 dirigía los trabajos de construcción de fortificaciones, que continuó bajo el intenso fuego enemigo.
En reconocimiento de estas acciones Miguel Espejo fue condecorado con la orden de Santa Ana de 2º grado, y la orden de San Estanislao de 3er grado y, en enero de 1833, recibió la del León y el Sol de Persia de 2º grado.
En esta última fecha, Espejo II fue destinado a la inspección de los caminos que partían desde Tbilisi, con el encargo de realizar su descripción detallada y contabilizar los medios para su reparación. Asimismo recibió la misión de estudiar el camino que iba desde Tbilisi hasta Erevan, acondicionándolo para el transporte de carga pesada. También en 1833, realizó el proyecto del nuevo camino militar entre Tbilisi y Erevan. Al año siguiente Espejo era ascendido al grado de teniente coronel y tres años más tarde alcanzaba el de coronel.
Hasta 1840 Miguel Espejo continuó realizando misiones tales como el trazado de un nuevo camino a través del desfiladero de Delizhansk hasta la fortaleza de Erevan. Por recomendación del ministro de Guerra, en esta fecha fue nombrado director de las Comunicaciones Militares del Cáucaso. Posteriormente, recibía del Emperador Nicolás I el ascenso al grado de general comandante.
Al año siguiente Miguel Espejo fue designado director de la VIII región de Vías de Comunicación del Cáucaso. En 1846, Espejo II fue incorporado al Consejo de Vías de Comunicación, ya que el teniente Betancourt había dividido la Dirección General de Vías de Comunicación en tres departamentos: el de Vías de Comunicación, el de Servicios y la Comisión de Proyectos y Presupuestos, quedando los asuntos más importantes para ser examinados por el órgano superior, el Consejo de Vías de Comunicación, al que fue incorporado el ingeniero español.
Espejo II se casó en Rusia con la hija del coronel Piotr Esipov, Anastasia, que poseía una hacienda en la provincia de Penza, y tuvo con ella dos hijos: uno varón, Mikhail, nacido en 1847, y una hembra, María, nacida en 1848. En 1851, el ingeniero español dirigía un parte al director general de Vías de Comunicación y Edificios Públicos, conde Kleinmikhel, solicitando la adopción de la nacionalidad rusa y, poco después, juraba fidelidad a su nueva patria en el Estado Mayor del Cuerpo de Vías de Comunicación.
A las condecoraciones mencionadas anteriormente, Espejo II sumó en el transcurso de su vida la orden de San Gregorio de 4º grado, la orden del Príncipe Ravnoapostolski Vladimir el Santo de 3er grado, y diversas medallas de plata por su participación en la guerra contra Turquía en los años 1828 y 1829.