Imagen de la semana 11 февраля 2011 г.
© Proyecto Humboldt. Cedido para su digitalización por la Biblioteca de la Universidad de La Laguna
En busca de la longitud
Fuente bibliográfica: "Voyage fait par ordre du roi en 1768 et 1769 à différentes parties du monde pour éprouver en mer les horloges marines inventées par M. Ferdinand Berthoud..." (Berthoud, Ferdinand, 1773)
Este mapa es de Claret de Fleurieu, matemático y experto navegante francés. Su interés se concentró durante mucho tiempo en el intento de cartografíar el océano Atlántico al detalle. Sus cuidados para evitar errores en las mediciones lo llevaron a repetir una y otra vez las mismas rutas, a elegir los barcos más ligeros y a reducir en lo posible la carga y el número de tripulantes.
Levantó este mapa entre 1768 y 1769, durante su viaje a bordo de la fragata l’Isis. La nave tenía capacidad para llevar a 90 hombres, pero Fleurieu sólo quiso embarcar a 60. El mapa da fe de que utilizó todos los métodos existentes en la época para cartografiar el océano: mediciones a vela, con barómetro y trigonometría. Aquí se concentran todos los resultados de aquellas observaciones.
La complejidad de este mapa está en relación con la persistente dificultad con la que, a lo largo del siglo XVIII, las naciones europeas se encontraron a la hora de hallar instrumentos capaces de hallar la longitud, coordenada imprescindible, junto con la latitud, para localizar puntos geográficos o, simplemente, para lograr que los navegantes pudieran conocer de modo preciso en qué lugar del océano de encontraban y cuánta distancia hacia el este o hacia el oeste recorrían sus naves y en cuánto tiempo. Se sabía que el problema se resolvería con la invención de un reloj (no de péndulo, sino insensible al movimiento de las mareas). La nación que consiguiera un cronómetro así (preciso e imperturbable) podría elaborar cartografías fiables de todo el planeta y hacerse con las mejores rutas marítimas, lo cual significaba asegurarse un papel preponderante en el control del comercio y la exploración de las colonias de ultramar.
Texto: Masu Rodríguez