Viajeros del siglo XIX en Canarias

Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia

La Isleta

La Isleta está dividida en dos partes muy distintas. Una se encuentra cubierta por los productos de las mayores erupciones volcánicas de esta comarca, la otra es totalmente basáltica. Las dos forman dos cadenas montañosas paralelas, que se extienden a través de la isla, del nordeste al sudoeste. El punto culminante de toda esta región es la boca volcánica en la que está la torre de La Atalaya; se encuentra aproximadamente, a 1.100 pies sobre el nivel del mar. Esta montaña se eleva con pendiente uniforme y muy empinada desde los 900 pies hasta la cima y se halla completamente formada por escorias y lapillo grueso, negro y poroso.

La Isleta, Gran Canaria, mapa de 1879 La Isleta, Gran Canaria, mapa de 1879 Por el lado oriental de la cima se abre un amplio cráter, de lo que se deduce que la lava se abrió paso por ahí; sin embargo, la colada se extiende enseguida por todos sitios y cubre casi por completo la montaña de La Atalaya. Esta lava desciende por el valle que separa el cráter de la cadena basáltica y lo sigue hasta El Confital. Como en las escorias que fluyen de los hornos de fusión, la lava presenta una especie de ondas de materia fluida, impulsadas unas por otras sobre la pendiente del valle. Muy pronto se distinguen otros cinco cráteres, dispuestos sobre una línea alabeada que se dirige hacia el nordeste y se extiende hasta la orilla del mar; probablemente cada uno sea el punto de partida de otras tantas coladas, que al unirse formaron un amplio campo de lavas. Evidentemente estos cráteres son diferentes puntos de una falla que atraviesa toda la isla.

La zona situada al noroeste de La Isleta, formada por rocas basálticas, difiere mucho del aspecto de comarca estéril que se extiende alrededor de los cráteres. En ella las capas basálticas descansan horizontalmente unas sobre otras y esta disposición continúa hasta tan lejos como la vista alcanza. En la parte superior hay un estrato muy compacto de basalto, cortado casi a pico, sobre todo por el lado del mar; por debajo se encuentra una masa arcillosa, escoriforme, de color pardo; después, el basalto sólido, dividido en hermosos prismas pentagonales.

Leopold von Buch, Descripción física de las Islas Canarias (1825)

Traducción de José Antonio Delgado Luis