Deriva de las corrientes
“Un error de medio grado en la travesía de Cádiz a las Islas Canarias no debe asombrar; hubiera sido mayor si los vientos no hubiesen soplado constantemente y con fuerza del este-noroeste al noroeste: la elevada agitación de las olas y la dirección que el viento les imprime han debido oponerse al movimiento general de las aguas, disminuyendo en parte su efecto. El señor D’après de Manevillette, capitán de los navíos de la Compañía de las Indias, al que tendré ocasión de citar muy a menudo, informa de que varios navíos, habiendo partido de las costas de Francia y dirigiéndose a las Islas Canarias, tocaron tierra en la costa de África, en los alrededores de Cabo Nun, cuando esperaban divisar Tenerife; esto supone una diferencia de más de 80 leguas; otros buques avistaron Alegranza en vez de Tenerife. Este sabio navegante añade que las diferencias o errores hacia el oeste, aunque mucho más raros, no han de ser menospreciados, en especial, cuando saliendo de puertos de Francia o de Inglaterra se tiene durante algún tiempo vientos contrarios.”
Claret de Fleurieu, 1769
Traducción de José Salvador López Rondón