Betancourt vuelve a retomar su trabajo sobre el telégrafo óptico que había planeado ya con su amigo Breguet. Ambos presentarán el 13 de noviembre al Directorio la memoria y los planos de su prototipo de telégrafo óptico, con una buena acogida por parte de Prony. Comienza una polémica con Claude Chappe el inventor del primer telégrafo -ya en funcionamiento en Francia- que ve peligrar el uso de su invento. En enero de 1797 el Directorio archiva el expediente y el nuevo invento de Betancourt y Breguet no sale adelante.
Betancourt, ante el cariz que toman los acontecimientos, decide regresar a España y seguir adelante con la expedición a Cuba, de la que Lanz ya se había descolgado a causa de una enfermedad.
Mientras tanto, en noviembre de 1796 Peñalver en España recibe una partida económica para una publicación sobre el Gabinete de Máquinas, cuyo primer volumen se intenta imprimir en 1798 sin llegar a término; se hará en forma de láminas sueltas, y sólo se editarán unas pocas.
A finales de enero de 1797 Betancourt y el industrial Périer obtienen la patente de explotación de una prensa hidráulica, invento del primero, que no es otra cosa que una máquina mejorada basada en la prensa de Bramah [Ver la Descripción de la prensa hidráulica del señor Bramah] que el ingeniero canario había visto en Inglaterra.
Antes de abandonar Francia Betancourt deja como apoderado para sus asuntos económicos en el país a Breguet.