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Imagen de la semana 29 de enero de 2010

© Proyecto Humboldt. Cedido para su digitalización por el Jardín de Aclimatación de La Orotava

Buprestis bertheloti - Bembidium laetum - Carabus faustus (Brullé, 1838)

Fuente bibliográfica: "Histoire naturelle des îles Canaries II, 2. Zoologie." (Barker Webb, Phillip, 1844)

Son 3 ejemplares de escarabajos que podemos encontrar en Canarias y que pertenecen a tres familias de coleópteros diferentes. El primero, Buprestis bertheloti Br. 1838, es una especie endémica de Canarias. Se la conoce comúnmente como bupréstido del pinar o Carcoma. Siguiendo la taxonomía zoológica, Buprestis bertheloti pertenece a la familia de bupréstidos, peculiares por tener la cabeza bastante hundida en el tórax y por los colores brillantes y variados de su cuerpo. Viven en el interior de la madera, especialmente en troncos muertos. En Canarias se conocen alrededor de 10 especies de bupréstidos, de ellas, 5 son endémicas.

Los otros dos ejemplares -Bembidion laetum Br. 1838 y Carabus faustus Br. 1838- son coleópteros de la familia de los carábidos, la más numerosa en especies. Sólo en el archipiélago canario viven casi 200 especies de carábidos, de las que alrededor de 100 son endémicas y se distribuyen en 10 géneros considerados también endémicos de Canarias. En los bosques canarios de laurisilva habitan todavía hoy 7 especies de escarabajos exclusivamente endémicos de ese hábitat.

Bembidion laetum Br. 1838: Es un precioso insecto de un verde glauco por encima con un matiz cobre o bronce sobre la mitad del coselete y de los élitros. Ese matiz forma en los élitros una larga banda sutural que envía a cada lado dos brazos transversales hacia el borde exterior. Cada élitro presenta dos puntos hundidos. El borde de los élitros es casi transparente y de un color blanquecino. La parte superior del cuerpo es verde bronce y las patas son de un tono pajizo. No es una especie endémica y está presente en todo el archipiélago.

Carabus faustus Br. 1838: Se distingue por la forma alargada de su coselete y de sus élitros y por el color bronce de esas dos partes del cuerpo, que tienen un matiz más brillante que en los Coarctatus.

Texto: Masu Rodríguez