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Imagen de la semana 9 de abril de 2010

© Proyecto Humboldt. Cedido para su digitalización por la Universidad de la Laguna.

El codeso del Pico y la retama blanca

Fuente bibliográfica: "Histoire naturelle des îles Canaries. Atlas." (Barker Webb, Phillip, 1838)

El codeso y la retama son las dos especies botánicas más características de la vegetación canaria de matorral de alta montaña. Su porte de arbusto achaparrado y rastrero, sus ramas rígidas, extendidas o alargadas, sus hojas pequeñas, incluso su color verde grisáceo, nos hablan de una adaptación absoluta a un hábitat seco, de intensa radiación solar y sometido a constantes variaciones de temperatura que no llega a recibir el influjo regulador de las nubes del alisio del noreste, propio de cotas más bajas.

Crecen entre los 1.800 y los 2.700 metros de altitud, una zona donde en Canarias el predominio de endemismos roza el 80%. Casi todas las especies canarias de altura viven asociadas al matorral de codeso y retama y también a los suelos de toba volcánica, del que se nutren numerosas especies solitarias, casi todas endémicas y exclusivas de las zonas altas de La Palma y Tenerife, como el cardo de plataRhaponticum canariensis–, el tajinaste picanteEchium Auberianum–, la pataconejo de aristasPolycarpaea aristata–, la hierba de la cumbreScrophularia glabrata– o la hierba del TeideNepeta Teydea–.

Por la altitud en que viven, el codeso y la retama son especies propias solamente de las cumbres de Tenerife y La Palma. Aún así se observan algunas diferencias en la ecología de estas especies entre una y otra isla, porque su crecimiento depende en gran medida de la orografía del terreno. Mientras en la Caldera de Taburiente se encuentran codesares puros formando matorrales densos y compactos, en las cumbres de Tenerife los codesos crecen de forma dispersa y compartiendo el territorio con retamas y pinos. Por otra parte, la retama domina la zona de matorral de Tenerife y forma numerosos retamares, pero no ocurre así en La Palma.

De entre la veintena de especies que pertenecen al género Adenocarpus y que se reparten por el Mediterráneo, la Macaronesia y las zonas montañosas de África, hay tres que son endémicas de Canarias: Adenocarpus foliosus, Adenocarpus ombriusus y Adenocarpus viscosus.

El género Spartocytisus es en su totalidad endémico de Canarias y tiene sólo dos especies: Spartocytisus filipes y la conocida como retama del Pico o retama del Teide: Spartocytisus supranubius.

Texto: Masu Rodríguez