Imagen de la semana 22 de octubre de 2010
© Proyecto Humboldt. Cedido para su digitalización por la Niedersächsische Staats- und Universitätsbibliothek Göttingen, de diapositivas del Kreuzberg Museum
Artesanía del Ártico
Fuente bibliográfica: "Voyage pittoresque autour du monde, avec des portraits de sauvages d'Amérique. d'Asie, d'Afrique, et des îles du Grand Ocean" (Choris, Louis, 1822) Todos estos objetos formaron parte del botín de viaje de la expedición que en 1815 comandó Otto von Kotzebue, a quien el gobierno ruso había encomendado la difícil misión de explorar los territorios cercanos al Polo Norte y descubrir posibles nuevas rutas navegables entre Asia y América.
Avistar alguna columna de humo desde el barco era para aquella tripulación la señal inequívoca de que el territorio estaba habitado. Preparaban entonces la multitud de objetos –espejos, cuchillos y todo tipo de utensilios y enseres– que llevaban en el barco para intercambiar o regalar, según la conveniencia, a los indígenas. Esa escena se repetía casi siempre de la misma manera: al aproximarse el barco a la costa, los indígenas, dando gritos y voces de bienvenida, partían desde la orilla en sus canoas hasta rodear la nao extranjera. Ávidos por conseguir objetos de la civilización, sobre todo, cuchillos y armas de caza, llegaban ya pertrechados –como los visitantes– con sus propias mercancías: pieles y piezas de artesanía esculpidas en dientes de morsa, como las que se ven en la imagen.
En tierra, los extranjeros no lograban acostumbrarse al intenso olor pestilente que emanaba de las piezas de carne de ballena, morsa y foca que los indios solían dejar por doquier a la intemperie.
Texto: Masu Rodríguez