Imagen de la semana 14 de enero de 2011
© Proyecto Turismo, Ciencia y Salud. Cedido para su digitalización por Antonio Santana Santana
La ventana y el bastidor (Puerto de la Cruz, 1907)
Estas dos fotografías las hizo en 1907 Margaret d’Este, una viajera inglesa que, junto a una amiga, se alojaba en el Hotel Taoro del Puerto de la Cruz, por entonces, la residencia más lujosa que se ofrecía en Tenerife a los extranjeros.
Desde allí salían a hacer sus excursiones por la isla, casi siempre a lomos de burros o mulas que contrataban a los arrieros y guías que prestaban sus servicios cerca del hotel.
Margaret d’Este comprobó, ya en sus primeros paseos por las calles del Puerto de la Cruz, la gran demanda de los turistas ingleses y alemanes por adquirir los calados y demás manufacturas textiles confeccionadas artesanalmente por las mujeres del municipio. Se vendían a tan bajo precio que hasta resultaba sorprendente, incluso ridículo. Esas piezas tan trabajadas terminaron muy pronto convirtiéndose en la adquisición más adecuada para regalar a la vuelta del viaje a parientes y amigos. En absoluto podía sorprender, pues, ver en La Orotava, a tantas mujeres –cientos de niñas y mujeres– consagradas a la labor del bordado, encorvadas y con la vista fija en los bastidores para calar. A veces solas y otras en grupo pasaban muchas horas dedicadas a la confección de todo tipo de artículos: blusas, manteles, fundas de cojines, pañuelos, colchas.
Texto: Masu Rodríguez