Imagen de la semana 26 de octubre de 2015
© Proyecto Turismo y Salud. Cedido para su digitalización por el Museo Canario
Simún
Fuente bibliográfica: "Épiques et douces Canaries" (Gaudio, Atilio, 1958)En 1844, Berthelot & Barker Webb publicaron su Zoologie des Îles Canaries. Allí dijeron: En Lanzarote nos dimos cuenta, después de una fuerte ráfaga de viento del sudoeste, que las moscas que hasta entonces nos habían atormentado desaparecieron de repente, muertas por la singular potencia destructiva de este viento seco y abrumador, más que por el calor, que en esos días era de 35º o 36º centígrados a la sombra.
Otra causa que afecta especialmente a los insectos, es la fuerza de los vientos alisios, que barren todas las islas y sobre todo las islas bajas de Lanzarote y Fuerteventura, donde ni siquiera los árboles pueden crecer sin el abrigo de un muro. Por este motivo jamás se ha podido mantener abejas en ambas islas, hecho notable mencionado por Glas. Faltan en especial los lepidópteros y en los que nacen es muy común verles las alas desgarradas por el viento tan pronto como eclosionan.
Otra plaga igualmente destructora de la vida animal y vegetal ejerce de vez en cuando sus estragos en Canarias; se trata del viento africano, el simún del desierto, que reina a veces durante varios días seguidos. Es notorio que siempre se deja sentir primero en las regiones altas, donde su calor y sequedad hienden incluso grandes árboles.
Texto: Masu Rodríguez