Mecánico y empresario escocés. En la época en que Betancourt despliega sus actividades en Rusia, dirige una enorme fábrica metalúrgica y mecánica fundada por él mismo.
Baird tenía un talento personal que le impulsaba hacia los problemas teóricos del arte del ingeniero. Este impulso, explica el hecho de que entablara una estrecha y duradera colaboración con Betancourt y que apoyara todas sus iniciativas.
Los contactos con Baird ilustran bien el dualismo empírico-teórico de Betancourt. Además del valor simbólico, esta cooperación con Baird tenía una ventaja práctica esencial, ya que los mecánicos franceses y españoles del entorno de Betancourt pudieron disponer en lo sucesivo de un pujante laboratorio de investigación experimental (su famosa fábrica de manufacturas mecánicas).
Entre 1815 y 1817, Baird emprende, por primera vez en Rusia, la construcción de barcos de vapor. Simultánea y paralelamente Bazaine, por iniciativa de Betancourt, comienza a estudiar las leyes de su movimiento. La monografía resultante de esta investigación se titula Memoire sur la théorie du mouvement des barques à vapeur et sur leur application à la navigation des canaux, des fleuves et des rivières. La experiencia práctica analizada en la obra de Bazaine se adquirió en las fábricas de Baird. Además, el escocés emprendió la construcción de naves experimentales basándose en los proyectos elaborados por Betancourt y Bazaine.
Más tarde, la construcción de puentes colgantes estimula otras invenciones. En 1823 Betancourt propone el proyecto del siderómetro, aparato destinado a probar las cadenas de hierro de los puentes. Realizado en metal por indicación de Baird e instalado en uno de sus talleres durante ese año, este eficaz dispositivo se puso pronto en explotación por los ingenieros de vías de comunicación para probar la calidad de los hierros rusos. Estas experiencias abren la vía a otros ensayos análogos. Juntos marcan una época en la metalurgia física y en las pruebas de materiales.