Fenómenos volcánicos
El Teide, lo mismo que todo volcán principal, es el punto central en cuyo entorno se originan las erupciones; y la disposición de todas esas erupciones a su alrededor muestra claramente que es la comunicación principal entre el interior del volcán y la superficie terrestre.
Quizá no sea tan evidente que exista la misma unión entre el volcán principal y las islas más lejanas; y se podría considerar atrevida la opinión que una el Pico de Tenerife con las erupciones de La Palma, e incluso con las de Lanzarote. Sin embargo, esta relación se vuelve evidente cuando se observa que esas erupciones se presentan con los mismos caracteres que las que rodean la base del cono principal.
Se debe considerar a las Islas Canarias como un grupo de islas que fueron levantadas aisladamente del fondo del mar por una fuerza que, durante mucho tiempo, tuvo que haberse concentrado en el seno de la Tierra antes de haber adquirido la intensidad suficiente para vencer la resistencia que oponían a su acción las masas superiores. Entonces esa fuerza quebró las capas de basalto y conglomerado que se encontraban en el fondo del mar, y de un cierto espesor en el interior, y las levantó por encima de la superficie de las aguas en forma de inmensos cráteres. Después del levantamiento de una masa tan enorme, al menos una parte vuelve a caer sobre ella misma y cierra muy pronto la boca por la que se abrió paso la actividad volcánica.
De este levantamiento no resulta, pues, un volcán propiamente dicho. Pero en medio de estos cráteres de levantamiento se eleva una cúpula inmensa de traquita que forma un pico; entonces se abre una comunicación permanente entre la atmósfera y el interior de la tierra y por esa boca se escapan sin cesar masas considerables de vapores que, cuando un nuevo obstáculo se opone a su salida, pueden abrirse paso por la base del volcán o a corta distancia, arrastrando con ellas coladas de lava, sin que entonces sea necesario que la acción de esos materiales sea lo bastante poderosa para determinar un nuevo levantamiento. El volcán, que solo puede ser obstruido en la cima y jamás en las partes inferiores, por el enfriamiento y la caída de los materiales fluidos, sigue siendo el punto central alrededor del cual se coordinan todos los fenómenos. En las Islas Canarias no hay, pues, sino un solo volcán, el Pico del Teide; es el volcán central.
Leopold von Buch, Descripción física de las Islas Canarias (1825)
Traducción de José Antonio Delgado Luis