Paisaje geológico de Las Palmas
Los alrededores de la ciudad de Las Palmas consisten en:
- La toba pumítica llamada cantoblanco.
- Un conglomerado de guijarros redondeados de distintos tamaños, denominado “almendrado”, que contiene conchas fósiles y alcanza una altitud de unos 1.100 pies y una distancia de hasta tres millas de la costa.
- Lavas basálticas, que a menudo forman bellos estratos columnares entremezclándose con el conglomerado.
- El depósito calcáreo superficial que en Porto Santo, Madeira, llaman “lagenhas de cal” y que hemos descrito cuando tratamos esa isla.
Una gran mayoría de las rocas que forman este conglomerado están constituidas por esa roca verde (grünstone), mientras que las restantes son traquíticas. Vimos en la carretera de Tafira un pedrusco de roca verde de siete pies de diámetro y no eran infrecuentes los de tres y cuatro pies. Aparte de esas rocas sueltas encontramos roca verde “in situ” sólo en una localidad llamada Los Tanques, situada a escasa distancia de Las Palmas. Ahí se presenta como una veta masiva de roca inyectada, que avanza desde el nordeste hacia el sudeste, asociada con el cantoblanco. La sección no es muy profunda y sólo una pequeña porción en lo alto de la veta masiva resulta visible, encima del lecho seco de un arroyuelo o curso de agua.
Si dejamos la ciudad de las Palmas en dirección a Telde tropezamos con numerosos estratos de roca verde, que se hallan asociados al cantoblanco antes mencionado. Esta roca no es esquistosa, pero se presenta en múltiples estratos masivos de considerable espesor (de 100 a 200 pies), y aparece primeramente no lejos del sur de Las Palmas, por debajo del castillo de Santa Isabel. Sube hasta muy arriba por un barranco de lajas, Salto del Negro, y se va espaciando otra vez de forma gradual según se eleva, hasta desaparecer completamente hacia Telde, bajo la última y más nueva formación basáltica.
Charles Lyell, Manuscrito de la expedición a Gran Canaria (1854)
Traducción de Sergio Toledo