Charles Lyell y Canarias

Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia

Lamarck y Delamétherie

Jean-Baptiste Pierre Antoine de Monet, Chevalier de Lamarck, por C. Thévenin (c. 1802) Jean-Baptiste Pierre Antoine de Monet, Chevalier de Lamarck, por C. Thévenin (c. 1802) En 1802 el naturalista francés Jean-Baptiste Lamarck publica su Hidrogeología, donde explica su teoría sobre la formación de las cuencas marinas y los cambios en la distribución de las áreas marinas y terrestres a lo largo del tiempo, así como los efectos, tanto de las aguas como de los seres vivos, sobre la superficie del planeta. Inicialmente el mundo es una llanura sobre la que el flujo del agua va excavando barrancos que a largo plazo de convierten en valles. Rechazaba las teorías diluvistas y catastrofistas, afirmando que todos los fenómenos geológicos podían explicarse mediante la lenta y uniforme acción de causas puramente naturales a lo largo de los millones de siglos que atribuía a la Tierra. Fue uno de los primeros naturalistas en señalar la importancia del estudio de los fósiles para elaborar una geología científica, así como un precursor en el estudio de la influencia de los seres vivos sobre el medio ambiente. El escaso éxito de sus teorías se debió en parte a no apoyarlas con estudios de campo y a su rechazo de la utilidad del relato del Génesis para la Geología.

Jean-Claude Delamétherie (1743-1817) fue el editor del prestigioso Journal de physique, de chimie, d’histoire naturelle et des arts a partir de 1785 y, tras la Revolución, profesor de geología en el Collège de France. Expuso sus puntos de vista en Teoría de la Tierra (1795) y Lecciones de geología (1816), donde defendía que el proceso geológico determinante en la actual configuración del planeta era la acción lenta y continua de las aguas. Concebía el estadio primigenio como un conjunto de grandes cuencas marinas y lacustres, que pasaban por períodos alternos de aislamiento y comunicación, lo que explicaba la mezcla e intercalación de fósiles marinos y de agua dulce en los estratos sedimentarios sin necesidad de recurrir a catástrofes universales, aunque admitía la existencia de episodios locales de extrema violencia. A largo plazo el nivel medio del océano iba descendiendo, tanto por hundimiento en cavernas como por acumulación de sedimentos.