Proyecto Bachillerato

Fundación Canaria Orotava de Historia de la Ciencia

Carta a Suchfort

Tenerife, 28 de junio de 1799.

No hemos podido, desgraciadamente, consagrar a nuestras búsquedas geognósticas el tiempo que hubiera sido necesario. Hemos sacado datos, y más tarde, serán ciertamente utilizados. Pero que al hombre le sea posible conocer de dónde viene, con causas iguales, la gran desigualdad de las acciones de la Naturaleza, lo dudo mucho. Especialmente todas las teorías que se han emitido acerca de los orígenes de los volcanes, los orígenes de sus productos, me parecían falsas e insostenibles.

Pero lo enigmas con que tropezamos conciernen no sólo al mundo inorgánico, sino también al mundo de los seres vivos. ¿Qué ha pasado con los guanches de Tenerife, cuyas momias enterradas en las cavernas son la única prueba viviente de su existencia anterior? En el siglo XV casi todas las naciones comerciantes, sobre todo los españoles y los portugueses, buscaban esclavos en las islas Canarias. Sus habitantes no eran considerados hombres por no ser cristianos, y no se dudaba en equipararlos con los animales, y consecuentemente, de mirarlos como una mercadería. La circunstancia de que las islas Canarias estuvieran entonces constituidas por pequeños Estados que se hacían la guerra, y de que frecuentemente reinaran en la isla dos príncipes, uno enemigo del otro, favoreció el odioso comercio de carne viviente, al mismo tiempo que la astuta política de los europeos estimulaba esas enemistades. Ya las carnicerías y ejecuciones habían reducido a los pueblos insulares a la impotencia, cuando Alonso de Lugo puso fin a la conquista. La peste, llamada Madona, de 1494, terminó con el resto de los guanches, y a comienzo del siglo XVII sólo sobrevivían algunos viejos en Candelaria y Güímar. ¿Pero algunos guanches no se cruzaron con los europeos? Dado que los descendientes de los andaluces tienen un color oscuro, tal mezcla de raza no habría producido ninguna modificación notable en el color de la piel de los blancos.

He examinado el Pico con gran atención. Estuve en el cráter que encontré ubicado a 14.500 pies sobre el nivel del mar. Su visita es más fastidiosa que peligrosa. El Pico es una montaña inmensa de basalto, sobre la cual reposa el pórfido, las pizarras y el pórfido-obsidiana. Encontramos la temperatura del suelo del cráter a 70 grados Réaumur, mientras que el aire, a esa altura, apenas alcanzaba 2 grados. La piedra pómez del Pico, sobre la cual se ha discutido mucho, es de obsidiana fundida y descompuesta. Está claro como el día. Pero debo acabar; estoy demasiado cansado. Ahora nos vamos a Caracas y La Habana...

Viaje a las Islas Canarias, 1995, traducido por Lisandro Alvarado.

Preguntas

  1. ¿Qué favoreció el comerció de esclavos guanches en Tenerife?
  2. ¿Qué factores contribuyeron a que disminuyese mucho la población guanche?
  3. ¿A qué altura llega el pico del Teide según Humboldt? ¿A cuántos metros equivale un pie? ¿Qué altura tendría entonces el pico en metros?