A lo largo de los siglos XVIII y XIX el Archipiélago Canario se convirtió en objeto de investigación de expediciones europeas que navegaban rumbo a América, África, el Pacífico o el Índico, o bien llegaban a las Islas como destino exclusivo.Trazar cartografías, fijar la longitud respecto al meridiano de El Hierro, catalogar plantas y animales, estudiar la geología y el vulcanismo, el clima, la geografía y la historia, eran sus fines más comunes.
La mayoría de estos viajeros dejaron sus huellas en forma de textos escritos e imágenes grabadas o dibujadas, que se conservan en las bibliotecas de las principales ciudades e instituciones científicas europeas. En este momento en que el futuro de Canarias se halla estrechamente vinculado a Europa esa documentación constituye un legado esencial. Preservar y recuperar este Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma de Canarias, constituye un objetivo fundamental, pues contiene gran parte de las relaciones históricas entre Europa y las Islas.