Cuevas guanches
Durante mi estancia en la isla y muy cerca de Santa Cruz, en una cueva de difícil acceso sita en el Barranco de la Nieves, se encontraron restos y utensilios de los antiguos pobladores. Aunque por desgracia, cuando visité la cueva la barbarie de los trabajadores ya había destrozado los esqueletos de tres personas, dos adultos y un niño, pude ver todavía que las osamentas, cubiertas de cascajos, habían sido dispuestas sin orden una junto a otra. Distintos huesos de ganado menor, conchas de lapas y burgados y huesos chamuscados mostraban que se trataba más de una cueva de habitación que de enterramiento; y esta suposición cobró visos de verosimilitud al encontrarse un montón de cenizas depositadas en el fondo de aquella gruta, que destacaba por la sequedad del aire y por la naturaleza impermeable de su techo basáltico.
También se encontraron unos curiosos utensilios de madera –que ahora forman parte de la colección de una sociedad de anticuarios en Zürich-, instrumentos punzantes hechos de hueso, cuerdas trenzadas y trozos de cerámica. Quizá los habitantes de esta cueva sean algunos de aquellos que en 1496, y ante la invasión del Adelantado Don Alonso de Lugo, prefirieron dejarse morir de hambre a sufrir el yugo de los españoles.
Karl von Fritsch, Las Islas Canarias: Cuadros de viaje (1867)
Traducción de José Juan Batista y Encarnación Tabares