Geología dibujada
Presentamos aquí una selección de las imágenes realizadas por Charles Lyell para sus diversas obras: las de pura teoría geológica -Principios de Geología y Elementos de Geología- , las que mezclan literatura de viajes y geología -Viajes por América y Segunda visita a los Estados Unidos- y la última, La antigüedad del hombre, que conecta geología, arqueología y paleontología; se incluyen unas pocas imágenes tomadas de manuscritos inéditos vinculados a su trabajo de campo.
En una ciencia empírica como la Geología las imágenes eran una herramienta valiosa e insustituible para alcanzar el objetivo didáctico de transmisión del conocimiento adquirido en sus investigaciones sobre el terreno, un propósito siempre presente en las obras de nuestro autor.
Es probable que su afición de infancia por el coleccionismo motivara el interés inicial de Lyell por el dibujo de la Naturaleza, acentuada por la contemplación de las ilustraciones de los libros sobre botánica y entomología que abundaban en la biblioteca paterna. Cuando publica en 1830 el primer tomo de Principios de Geología aún no es un personaje conocido; quizá las prevenciones del editor sobre la recepción pública de la obra explique que la cantidad de ilustraciones de secciones geológicas, fósiles y rocas en los dos primeros tomos sea sustancialmente menor que en el tercero, publicado en 1833 para aprovechar el tirón comercial de la obra, cuyo éxito se basó en su lenguaje sencillo, en que proporcionaba una síntesis histórica del desarrollo de las ideas geológicas hasta el presente y en que la ciencia se había puesto de moda en la "buena sociedad".
Animado por los réditos económicos de los Principios y por el estatus intelectual que le había proporcionado, Lyell publica en 1838 los Elementos de Geología, el primer libro de texto de la geología moderna. Es una extensa obra en la que expone la formación de los principales tipos de rocas, el depósito de sedimentos, el plegamiento y erosión de los estratos, los fósiles que contienen y los criterios para datarlos, para acabar reseñando las formaciones rocosas de las edades geológicas pasadas. Lyell fue enriqueciendo la obra en sus múltiples ediciones añadiendo nuevos conocimientos, resultado de sus viajes por Europa y América. La obra contiene centenares de cuidadas ilustraciones y es el mejor exponente de la pasión por el dibujo de su autor.
En una breve subsección separada hemos reunido las imágenes de Lyell sobre Canarias, producto de su expedición de 1853-54, que tras una escala en Madeira lo mantuvo tres meses en el archipiélago, recorriendo La Palma, Gran Canaria y Tenerife, y que aparecieron en las ediciones de los Elementos posteriores a tal fecha. En esa época Lyell había perdido ya calidad de vista, por lo que sus dibujos son escasos; dejó gran parte de esa labor a su compañero, el geólogo alemán Georg Hartung. Incluimos algunas imágenes esquemáticas realizadas durante su trabajo de campo, que permanecieron inéditas hasta su digitalización dentro del Proyecto Humboldt de Fundoro.
Esta sección acaba con algunas de las más interesantes ilustraciones de Evidencias geológicas de la antigüedad del hombre, última obra de Lyell, publicada en 1863, donde analiza las pruebas fósiles que datan la existencia de la especie humana en una época remota, estudia los efectos de los períodos glaciares y expone su postura sobre la teoría de la evolución de las especies por selección natural que había publicado su amigo Charles Darwin cuatro años antes. La imparable degeneración de su vista, que pocos años después lo dejaría prácticamente ciego, justifica el escaso número de ilustraciones debidas a su propia mano.