Aves de paso y sedentarias
Las aves de paso llegan a Canarias de modo regular o por accidente: entre las primeras encontramos la alondra común, el martín y el malvís, que se presentan en las cercanías del invierno y se marchan en primavera, y la abubilla que por el contrario llega en primavera, para hacer su puesta y parte en otoño.
[…] Las aves sedentarias podrían ser divididas en ocho grupos: 1) las pelágicas, como las pardelas y los petreles; 2) las de litoral, como el ostrero negro; 3) las de llanuras arenosas, como la hubara y los alcaravanes; 4) las campestres, como la alondra ordinaria; 5) las de bosque, como los diversos gorriones; 6) las de laurisilva, como la Columba laurivora; 7) las de roquedales escarpados, como ciertas rapaces, el Cypselus unicolor, etc.; 8) las de las regiones de retama, como la Fringilla Teydea. Las especies de los dos primeros grupos se apartan poco de la zona litoral; las que situamos en los cinco grupos siguiente se encuentran en la zona de medianías. La Fringilla del Teide es la única especie que habita la zona alta, donde se encuentra a veces la Sylvia passerina, los martines y algunos gorriones.
Las únicas aves que parecen específicas de las Islas Canarias son tres Fringillas (canaria, teydea, tintillon), (no nos atrevemos a asegurar que lo sea la Thalassidroma hypoleuca). El Puffinus columbinus, el Cypselus unicolor y la Columba laurivora se encuentran tanto en Canarias como en Madeira. Un pequeño número de otras especies frecuentan estas islas y la costa de Marruecos, y el resto se da a la vez en Canarias, África y Europa.
Philip Barker Webb y Sabin Berthelot, Historia natural de las Islas Canarias, II, 2, Zoología (1844)
Traducción de Sergio Toledo Prats