Sifonóforos y ctenóforos
La parte más brillante de la fauna pelágica del mar canario la constituyen los sifonóforos, de los que sometimos a examen prácticamente todos los géneros diferenciados hasta la fecha, la mayoría de ellos en especies que son idénticas a las del Mediterráneo, o que sólo se distinguen muy poco de estas. En número especialmente considerable aparecen en las corrientes de Arrecife los Diphydae, con muchas y diversas especies de diphyes, praya y abyla. De los fisofóridos eran especialmente frecuentes athoribia, agalma y forskalia; más escasos, stephanomia, physophora y rizhophysa. Los velélidos (vellela, porpita), al igual que los Hippopodidae (hippopodius, vogtia) sólo los pudimos ver algunos días, al igual que la espléndida physalia, que según parece surge en el mar canario en ingentes bancos en los meses de mayo y junio.
Si no fuera porque el fuerte viento permanentemente reinante dificulta tanto la captura de los sifonóforos, el mar canario se adecuaría especialmente para su estudio por la riqueza en estos deliciosos animales. Lo mismo cabe decir de los ctenóforos, que aquí pueblan la superficie del mar en cantidades realmente extraordinarias; ya mencionamos antes los densos bancos de los grandes y espléndidos Euhramphaea, que muchos días hacían casi imposible la pesca pelágica con red fina por su número tan preponderante. También sobresalen por el gran número de individuos: cestum (una especie pequeña, como mucho de un pie de longitud), beroe (puntata y otras muchas especies) y cydippe (varias especies). Raras veces se encuentra la gran eucharis.
Ernst Haeckel, Eine zoologische Excursión nach den Canarischen Inseln (1867)
Traducción de Marcos Sarmiento Pérez