El fielato
Afortunadamente el suelo, al ser de picón, no relumbra como lo haría si fuese de color claro, ya que sería insoportable bajo el sol constante. El tránsito de consumos, o fielato, nos avisa de que estamos en la linde de La Laguna. He tenido muchas discusiones sobre las ventajas y desventajas de este sistema de impuestos que la mayoría de la gente considera una operación de sangría y que paraliza el progreso de las clases más humildes. Los defensores del sistema dicen que es un impuesto equitativo, que recae igualmente sobre ricos y pobres. Sin embargo, no es verdad ya que son los productos de los pobres los que son gravados, los alimentos que se producen y venden para que los pobres puedan ganarse la vida. La existencia del hombre rico no depende del ingreso diario de la venta de productos perecederos, como le ocurre al campesino. El impuesto grava todo lo que el pobre posee como medio de subsistencia en un país que es agrícola. Como nuestro conductor respondió satisfactoriamente a las preguntas de los oficiales del fielato pasamos sin que nos molestasen.
Olivia Stone, Tenerife y sus seis satélites (1887)
Traducción de Juan Amador Bedford